jueves, abril 08, 2010


sábado, marzo 20, 2010

Espacios de la realidad

miércoles, julio 16, 2008

María Música y el H2O
http://www.g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=2730
15 de Julio de 2008
Dauno Tótoro Taulis
María Música, estudiante chilena de 14 años de edad, lanzó agua al rostro a la Ministra de Educación Mónica Jiménez cuando la Secretaria de Estado había dado unilateralmente por finalizado un “encuentro participativo en educación”.
La niña intentó, antes del hecho, buscar explicaciones (de boca de la Ministra) al por qué cuando ella y sus pares y profesores salen a las calles de las ciudades de Chile para demandar una ley de educación que signifique que en el futuro cercano y lejano nuestros compatriotas sean seres humanos y no alienígenas descerebrados, el Estado responda no con argumentos sino con bombas lacrimógenas, aguas urticantes, golpes de palo en las cabezas y patadas de energúmenos contra niños, niñas y maestros de escuela.
La Ministra que presidía el eufemístico “encuentro participativo” no contestó. Sus guardaespaldas suspendieron la cita. Lo de la niña, abrumada por el silencio y la indiferencia a modo de única y bastarda respuesta, es un argumento. Simbólico, pero tremendo argumento. “Era como hablarle a la pared”, dijo María Música horas más tarde al explicar su acción.
La Presidenta de Chile destacó el hecho como un “acto antidemocrático”. El vocero del Gobierno y otras autoridades describieron el suceso como “magnífica demostración de la incapacidad de diálogo de los estudiantes de Chile”. Otras personalidades públicas sugirieron de inmediato la expulsión de la alumna de su escuela, el traslado del caso a tribunales de justicia. La quieren castigar. Uno que otro estará pensando en colgarla del palo mayor o en lanzarla cerro abajo, para escarmiento y ejemplo. Antes abusaron de ella (ha estado cuatro veces detenida y ha quedado registro de sus hematomas en brazos y piernas) como han abusado de sus adolescentes pares con el guanaco, el zorrillo, la luma, el bototo, el silencio, la indiferencia, la sorna… pero, por encima de todo, con la tonta y vana convicción de que por ser chicos son nada y que están solos. Somos todos chicos y estamos todos solos.
Tengo una hija de la misma edad que la estudiante del jarro de agua, y un hijo de quince años. Hay otra de dos años que aún no ha sido bautizada por el lanza aguas. Sería el colmo. El de 15 ha llegado a casa mojado y asustado luego de cada manifestación pingüina. Y al día siguiente parte otra vez. Claro, cada vez que va, en casa quedamos con los dientes apretados. Debe ser porque algunos padres de mi generación tenemos experiencia respecto de lo que se arriesga.
De eso quiero hablar: conocí a la Ministra Jiménez. Sé de lo que estoy hablando.
Mucho antes de que la niña del jarro de agua naciera, en aquel ahora lejano 1986, fui expulsado de la Universidad Católica de Chile por participar activamente en el movimiento estudiantil que se agitaba en busca de democratizar la Universidad y el país. A sólo un semestre de terminar mi carrera, el Consejo de Rectores, por recomendación del por entonces mandamás de la PUC, Juan de Dios Vial Correa, decretó mi alejamiento de las aulas universitarias… las de la PUC y las de cualquier otra universidad del país… para siempre.
Se armó tremendo escándalo pues este “peligro para la convivencia académica” era dirigente de la FEUC, Consejero Estudiantil en el Consejo Superior de la Universidad y Presidente del Centro de Alumnos de su carrera.
Fue entonces que entró al baile la señora Mónica Jiménez, en aquella época Presidenta de la Asociación de Académicos de la PUC y miembro del Consejo Superior de esa casa de estudios, sitio en el que coincidía regularmente conmigo, para su desgracia y la de las demás autoridades pontificias.
Haciendo demostración de su “espíritu democrático y profundas convicciones católicas”, propuso al rector solucionar el entuerto mediante el diálogo. Fui citado a la oficina de Vial Correa, donde Mónica Jiménez, nuestra actual Ministra de Educación, me brindó una clase magistral de conceptos democráticos y del significado profundo del arrepentimiento cristiano. Dijo la señora Jiménez que le recordaba enormemente a su padre cuando este tenía mi edad, “igual de vehemente, de apasionado, de arriesgado en la defensa de sus erróneos principios políticos –su padre, me explicó ella, era militante de la ultraderecha de sus días”. Luego se extendió en una larga arenga en torno a un único concepto: a la Universidad se va a estudiar, no a hacer política. Para rematar, me hizo la propuesta que había convenido con el rector: que firmara un documento que habían preparado para tales efectos, mediante el cuál me comprometía a renunciar a mis convicciones políticas de izquierda; a renunciar a mis responsabilidades como dirigente estudiantil; a declarar públicamente ante la comunidad universitaria que me había equivocado al suponer que los recintos universitarios eran un campo de batalla más en la lucha contra la dictadura. “Firma este documento”, me sugirió, “y de inmediato la sentencia de expulsión quedará sin efecto”.
Soborno, incitación a la traición, cohecho, amedrentamiento. Esos son los principios profundamente democráticos que barajaba la señora Jiménez, la misma que hoy se reúne con los estudiantes secundarios y los profesores en jornadas de ““encuentros participativos en educación”. Aquella tarde de 1986 no encontré en esa oficina ningún jarro de agua a la mano. Sólo pude mirarla con lástima y desprecio, lanzarle una carcajada al rostro y salir de ahí con un portazo, cerrando para siempre cualquier posibilidad de convertirme en un profesional universitario, pero más convencido que nunca de todos aquellos principios de los que la señora Jiménez me intentó hacer abjurar.
María Música, por mí y por todos mis compañeros.

sábado, mayo 24, 2008

Y la Educación Superior........

Pareciera que el problema de los jóvenes estudiantes de educación superior pueden resolver sus problemas con el proyecto de Becas de postgrado, único anuncio para los estudiantes de mas de 17 o 18 años que merodean los territorios de la academia superior, pero siempre y cuando logren superar las dificultades de sus estudios de pregrado......

jueves, enero 24, 2008

TRASLADO DE PATRICIA TRONCOSO A CHILLÁN

Debería Habérsele Trasladado A Santiago.-
Por: Abner Vega Cabrera
(militante de Inquietando Desde el Margen)

Patricia Troncoso Robles, conocida cariñosamente como la Chepa, Prisionera Polítíca en huelga de hambre desde el 10 de octubre de 2007, fue trasladada este 15 de enero vía aérea, en medio de un impresionante dispositivo de seguridad, desde el hospital de Temuco hasta el hospital de Chillán. Patricia cuya familia reside en Chillán fue aceptada como mapuche de acuerdo con las creencias de ese pueblo, luego de pasar cinco años recidiendo en una comunidad que hoy la considera como suya.

El equipo medico que examinó a Patricia en Temuco ha recomendado su traslado a Santiago dado su grave estado de salud y, tanto Patricia, su familia, como organizaciones que la apoyan exigen esto mismo, porque el traslado de Patricia a Chillán constituye una maniobra política del Gobierno de Chile que busca desvincular su acción de las comunidades mapuche y del resto de los Prisioneros Políticos Mapuche.

La Chepa está aislada.-
En declaración pública dada a conocer el miércoles 16 de enero por los familiares de la Chepa se señala que: “Patricia fue sacada de la cárcel de Angol al hospital de Temuco y de allí al hospital de Chillán” …para, de este modo, silenciar su caso.” Denuncian además que “…ésta determinación fue tomada sin comunicarla a la familia.”

Una demostración palpable de este objetivo, a la vez que una nueva muestra de crueldad, es que en horas de la tarde del miércoles, el Director Regional de Gendarmería (guarda-cárceles) de Chile, Ramiro Penailillo, ha prohibido las visitas a la huelguista, lo que profundiza aún más su aislamiento.

Sin embargo, la Chepa ha planteado a sus familiares, su interés en que la movilización no pierda su sentido político y ha recalcado que los objetivos de la huelga de hambre, que ya cumple 99 días, son el fin del hostigamiento y represión policial en el territorio mapuche, que se ha transformado en una zona militarizada; y la libertad de todos/as los/as prisioneros/as mapuches. Sin embargo, Patricia ha señalado sobre este último punto su disposición a aceptar un régimen de salidas los fines de semana y el traslado a un CET (granja penal) para todos/as los/as Prisioneros/as Políticos/as Mapuche.

Ante todo este panorama, la solidaridad de diferentes comunidades mapuche y organizaciones populares chilenas no han disminuido en su acompañamiento y denuncia de lo que consideran expresiones de terrorismo de Estado contra el pueblo mapuche, realizando declaraciones, mitting, marchas, velatones, etc.

Solidaridad Activa con la Comunera Mapuche.-
El lunes 14 de enero en Puerto Montt representantes de 15 comunidades Mapuche Williche hicieron ocupación de las oficinas de los senadores Kuschel, de Renovación Nacional y del socialista Camilo Escalona; además, hicieron ocupación de la Gobernación, donde el dirigente Francisco Vera Millaquen repudió el asesinato del joven mapuche Matías Catrileo, solidarizó con Patricia Troncoso y rechazó la declaración interpretativa del Convenio Nº 169 de la OIT que desea introducir el Gobierno.

El mismo día 14, en la ciudad de Rancagua, activistas pertenecientes a organizaciones que apoyan la causa mapuche ocuparon pacíficamente, por espacio de 3 horas, la Catedral de Rancagua; allí solicitaron a Monseñor Alejandro Goic un nuevo pronunciamiento de la Iglesia Católica sobre el tema. En esa oportunidad, como informaran los medios de comunicación, Abner Vega, vocero de este grupo señalo: "Aquí lo que se está logrando es que el Estado chileno complete el femicidio de una persona. Aquí va a morir Patricia Troncoso y va a ser culpa de Bachelet, quien al hacerle caso a sus asesores, logra que las comunidades mapuches permanezcan atemorizadas”.

Esa misma tarde Monseñor Goic accedió a leer una declaración titulada “La Paz en la Araucanía, Fruto de la Justicia”, donde denunciaba un “contexto de desconocimiento, prejuicios y discriminación hacia los indígenas, de políticas que se han demostrado inadecuadas…” y agregaba: “nos preocupa de un modo particular la situación de la señora Patricia Troncoso Robles que se ha mantenido junto a otros dirigentes en huelga de hambre”.

Por su parte, en Chillán, el día martes 15 por la mañana, un grupo de jóvenes de diferentes organizaciones populares, ocupó la Gobernación Provincial de Ñuble, resultando detenidos: Samuel Godoy (militante de Inquietando Desde el Margen), Sofía Uribe (estudiante de Trabajo Social en la U. del Bío Bío) y Felipe Farías (militante del Partido Comunista - Acción Proletaria). Allí Víctor Parra de Inquietando Desde el Margen declaró que esa era “una medida extrema para crear conciencia sobre la situación de Patricia Troncoso”, quién a manifestado la decisión de mantener su acción hasta las últimas consecuencias.

Por la tarde, este mismo grupo de jóvenes y pese al hermetismo policial, se logran enterar del traslado de Patricia hasta Chillán y llegan hasta el Aeródromo donde intentaron exigir la continuación del viaje de la Chepa hasta Santiago. Mientras tanto otro grupo se reunía en las afueras del hospital, donde se han mantenido en las últimas horas denunciando la grave situación de represión por la que atraviesan las comunidades mapuche en el sur de Chile y el riesgo vital que enfrenta Patricia Troncoso, ante la política de oídos sordos de las autoridades.

Para las próximas horas se espera la llegada de delegaciones desde diferentes ciudades hasta Chillán, con lo que se daría inicio a un campamento permanente en las afueras del hospital.

Finalmente, en día de ayer se realizó una concurrida marcha en la ciudad de Santiago, en ella se expresaba el apoyo a Patricia y se exigía justicia por la muerte de Matías Catrileo. Esta marcha partió desde la Plaza de Armas y se desplazó por el paseo Ahumada.

Chillán, 17 de enero de 2008.

domingo, junio 11, 2006

Claustro Académico de la Universidad de Playa Ancha

DECLARACIÓN PÚBLICA

El Claustro Académico de la Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación expresa su satisfacción al ver convertida la educación en tema prioritario de la agenda pública como resultado de las movilizaciones de las y los estudiantes, lo que ha concitado el respaldo de amplios sectores de la sociedad chilena.

Compartimos la visión expresada por organismos internacionales, regionales y nacionales respecto de la educación como un derecho social inalienable que garantiza que cada persona pueda alcanzar una mejor calidad de vida y que contribuya a la construcción de una sociedad democrática más justa y participativa para todas y todos sus integrantes.

Creemos que esto solo es posible si el Estado se constituye en garante del derecho a la educación tal como se expresa en acuerdos internacionales suscritos por nuestro país tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención de los Derechos de la Infancia.

Con relación al consejo asesor de la Presidencia en materias de educación recientemente constituido, expresamos nuestra inquietud e insatisfacción frente a la ausencia de académicos pertenecientes a Universidades históricas con una larga trayectoria en la formación de educadores, como es el caso de nuestra Universidad y de la Metropolitana de Ciencias de la Educación. Pese a ello, declaramos nuestra disposición a realizar aportes en pro de la educación chilena basados en nuestra experiencia como formadores de profesionales del ámbito pedagógico de pre- y post-grado con el compromiso social que siempre nos ha caracterizado.
9 de Junio de 2006

miércoles, mayo 24, 2006

Televisión y Educación.

El ver, acto que nos permite la televisión, tiene un especial significado para el ser humano, constituye uno de los fundamentos que validan la existencia de la realidad, mucho mas significativo que la información adquirida por el resto de los sentidos, quizás con una excepción, para aquellos privados de ver, los ciegos.
El ver, nos hace testigos presenciales, nos da la capacidad de generar un relato de primera fuente, nos permite aseverar con máxima autoridad (subjetiva), ser los portadores de un relato que atestigua los sucesos. El acto de ver, es hasta el presente reconocido como prueba fehaciente en los sistemas jurídicos, “el testigo presencial de los hechos”, pero ¿Qué sucede cuando el ser humano de hoy, tiene la posibilidad de ver a través de la televisión?. Mas allá de todo cuestionamiento que se haga a ese tipo de “ver”, en lo mas profundo de su biología, el se humano está “viendo”, mas allá de sospechar o conocer todas las mediaciones que hay en la construcción de la imagen televisiva, está “viendo”, y sobre todo, por este medio puede “ir a ver a cualquier parte”, y que producto de su experiencia, para ver, la cosas primero tienen que suceder, o estar sucediendo, tener existencia real o haber tenido existencia real.

¿Donde acentuamos la diferencia entre esta masiva posibilidad de “ver” por la televisión, y las necesarias distinciones que tenemos que hacer para realizar una apropiada construcción social de “nuestra realidad particular”.?

¿Qué está sucediendo en la Televisión?

Los medios masivos de comunicación han sufrido un importante cambio en la última época. El precepto original que se configuró con el advenimiento de la TV, como un medio que aportaría a la sociedad, espacios de información, educación y entretención como constitutivos del medio, como características propias del espacio televisivo, han cambiado radicalmente con la metamorfosis hacia una televisión comercial y con la extensión de la cobertura hasta todos los rincones del espacio público y privado y con la dimensión que ha tomado la oferta programática a disposición del público receptor.

Antes de este proceso, la experiencia humana y la aprehensión de la realidad se establecía por una suerte de diversas vertientes que alimentaban de forma relativamente equilibrada el proceso de interpretación de los hechos constitutivos de nuestra experiencia cotidiana. El proceso educativo, de aprendizaje, de conclusiones producto de la experimentación directa, de la lectura de los medios y de los sistemas formales de educación se desenvolvía en un territorio simbólico y valórico de relativo equilibrio. Cada una de las aportaciones podía ser valorada, constatada y concluida en tiempos y espacios de dinámica igualdad.

El estado actual en que se desenvuelve y habita la sociedad, con una fuerte fragmentación social, con territorios físicos que no se comparten en la experiencia concreta, con la emergencia y desarrollo de diversas subculturas estratificadas, junto al acceso simple y cotidiano, vía los medios de comunicación, a las diversas manifestaciones de las culturas de todos los rincones de la tierra, también estratificadas, el proceso de construcción, interpretación y lectura de la realidad, el proceso de construcción del conocimiento cotidiano, se encuentra en un fuerte desequilibrio entre los eventos que involucran la experiencia directa y las aportaciones informativas, narrativas y valorativas que nos entregan los medios de comunicación masiva.

En este contexto, de fuerte mediatización, la distinción necesaria entre los hechos y la versión de ellos se encuentra fuertemente distanciada, esta brecha la genera fundamentalmente la experiencia mediatizada de observación. Aquí se inicia una necesaria reflexión acerca del carácter que tiene este tipo de observación.

El observador mediatizado, en su proceso de construcción del conocimiento, comparte este proceso en al menos dos ámbitos. El primero es en su calidad de ser humano que vive experiencias que necesita asignarles una interpretación, pueden ser de valor y funcionalidad ya que compromete su convivencia, o puede ser que operacional relacionada a los distintos requerimientos de existencia como ser vivo.

Algunos desafíos.

En este ¿Cómo actuaremos?, es que el observador recurre a la información referencial mediatizada en magnitud superior, asignándole un valor de uso aplicable a las necesidades de construcción de conocimiento que la realidad le demanda, aplicándole un juicio relativo, no conciente y reflexivo, pero válido al hecho de que el discurso mediatizado es expresión e interpretación ya de un otro autor.

En el caso de la televisión, su discurso audiovisual, en manos de ese otro autor, está haciendo uso de diversos códigos, y como tales, está ese otro autor interviniendo con el uso discreto de los códigos constitutivos de lo audiovisual, en el uso discreto de las fuentes de su conocimiento, en el uso discreto de formas narrativas, culturales, ideológicas y que son de una enorme dinámica y de los mas variados orígenes contextuales.

Teniendo en cuenta que esos relatos transitan y se originan en medios de comunicación cuyas casas productoras se ubican repartidas en los mas diversos territorios del planeta, donde la función denotadora tiene un origen no necesariamente en correspondencia con el uso simbólico asignado por el usuario de ese producto audiovisual, y que en los orígenes de producción de la imagen audiovisual de un objeto - sujeto o situación representada, la identidad puede ser muy fuerte, a pesar de la intervención de sistemas tecnológicos que participan en su construcción, entre los cuales hay que destacar los sistemas digitales de animación y construcción de escenarios virtuales. Pero aquí entra el relato, acto en poder del autor, en el cual también participa otra gran cantidad y variedad de tecnologías, la lectura de este relato, acto en poder del observador, la referencia originaria queda a gran distancia del observador, tomando éste el control de asignar los sentidos y valores referenciales que le mandatan sus propios contextos cotidianos de existencia, dando así paso a la construcción de la realidad social.

Si consideramos que la actual magnitud de oferta televisiva, esta siendo parte del proceso de aprendizaje, de interpretación y valoración, necesarios para nuestro desenvolvimiento social, parte de nuestra socialización, y que en un futuro muy cercano, producto del advenimiento de la televisión digital, esta oferta se multiplicara por cinco, es decir, donde hoy solo puede transmitir un canal, con la digitalización de la televisión, podrán trasmitir cinco canales, el fenómeno de la realidad mediada tendrá enormes repercusiones al interior de la sociedad. También los tendrá para los emisores, la lucha por el dominio de esos espacios, les implica multiplicar por cinco sus capacidades productivas. Quizás en esta perspectiva se pueden interpretar las estrategias diversificadoras que han iniciado desde tiempos cercanos, canales como el Discovery, creando líneas temáticas que en sus inicios convivieron en una misma señal, para luego configurarse como señales independientes, de esta manera avanzan y se preparan en la constitución de aparatos productivos audiovisuales en condiciones de enfrentar la gran capacidad y eficiencia productiva que les impondrá la televisión digital.

Enfrentados a ese escenario, podemos vislumbrar que los discursos audiovisuales tendrán una especial significación, ya no hablamos en términos cuantitativos, de unos mas y unos menos. Estamos entrando a una época en que los integrantes de la sociedad en su conjunto son convivientes de la televisión desde su nacimiento. Para ellos el objeto tecnológico que trasmite imágenes no sorprende, como no sorprende que la mera presión de un botón despliegue enormes recursos multimediales en un computador. El objeto tecnológico se hizo opaco y solo es significante la imagen de realidad, medial o virtual a la cual nos da acceso.

¿Qué características podemos vislumbrar en ese acceso a la imagen de realidad?.
A pesar del crecimiento significativo de la oferta televisiva, el objeto tecnológico tiene límites y restricciones constituyentes, las cuales necesariamente se transfieren al discurso, asignando unas realidades en la televisión y otras realidades fuera de la televisión, una imagen televisiva para los discursos televisables, y la marginación o ausencia de imagen social para lo que no es televisable. Entre estos dos extremos, la reiteración de temas y los significados asociados son y serán los elementos dominantes constitutivos de la imagen que la sociedad se atribuye.

Pero no tenemos porque someternos a un panorama tan desalentador, seguiremos contando con un medio enormemente entretenido y con la maravillosa posibilidad de asomarnos a territorios ignotos y conocer las privacidades de los poderosos y ajenos, eso ya es una realidad que permite dimensionar donde nos encontramos, y que rutas disponibles podemos compartir en conciencia con los otros de este planeta.

El dilema está en nosotros.

Para el biólogo Humberto Maturana, cuando algo externo incide sobre nosotros, lo que nos pasa dentro depende de nosotros, de nuestra estructura en ese momento, y no de lo externo.

<< El cambio de la estructura deviene con las interacciones en el medio. En este proceso, los agentes externos solamente gatillan cambios estructurales determinados en la estructura, "lo que pasa en nosotros en cada instante depende de nuestra estructura en ese instante">>

Por esto, nuestra tarea se refiere a encontrar las formas de intervenir en nuestras propias estructuras internas, en las estructuras que determinan las lógicas aplicadas a los procesos perceptivos vinculados fundamentalmente al “ver” en el caso de la televisión.

En este modo particular de ser observador de los lenguajes audiovisuales podemos considerar no como un contrasentido, el sentido relevante que le asignamos a la presencia de los acontecimientos cuando estos se los “ve” por televisión.
Si asumimos que el sistema o modo de producción de los discursos audiovisuales nos permiten la utilización de sus propios recursos para “destacar y trabajar sobre determinados temas”, para manejar las formas y formatos narrativos, para establecer “agenda”, para explorar las formas visuales de nuestros contextos geográficos, antropológicos y culturales, y en el mismo plano, hacer transparente la técnica, visible, parte del ejercicio constructivo del discurso, con estas características integradas y presentes en el objeto comunicacional audiovisual, podemos asignar un relieve distintivo y particular a la narración televisiva y por lo tanto una mayor potencialidad para obtener efectos relevantes sobre los aprendizajes construidos con participación de la realidad mediada y sustentables en su transferencia a la experiencia cotidiana.

Desde esta perspectiva, el mayor dilema se presenta en la ubicación de un punto de mirada, un punto desde donde “el nosotros” como parte del proceso productivo de los discursos audiovisuales pueda mostrar, a otros, fijar nuestra intención desde una perspectiva bien situada, haciéndola transparente al incorporar explicitaciones de nuestras intenciones, del contexto desde donde generamos ya no un discurso, sino “nuestro discurso” y desde esta posición fundante, proceder a seleccionar, destacar y ordenar los materiales “testigos presenciales” en un “nuestros” discursos audiovisual.

Algunas experiencias programáticas de la televisión actual, han explorado estas opciones, eso si que en mayor o menor medida en calidad de simulacros ya que la personalización individual o grupal, por determinantes de marketing están asignadas a un reducido número de “rostros” que constituyen la personalización de la imagen de cada medio masivo de comunicación y por lo tanto, para el que “ve “ televisión, solo en pocas ocasiones, tiene la posibilidad racional y emotiva, para hacer transparente y ver las operaciones y procesos que van construyendo el espectáculo audiovisual que se pone a disposición del telespectador. Mas difícil aún es poner de manifiesto los efectos que desencadena la cámara y todo su entorno tecnológico en el desarrollo de los acontecimientos y en el comportamiento de los protagonistas. En estas dos variables ha tenido un fuerte impacto la dicotomía generada por la mercantilización de la televisión. Esta se expresa entre su función de origen, como medio de comunicación productor de mensajes, contenidos y por último, parte del proceso de fabricación industrial de la imagen que la sociedad tiene de si, y el producto que vende la industria televisiva: audiencias, espectadores clasificados cuantitativamente y cualitativamente, capturados / expuestos a las franjas publicitarias.

El espectáculo a nuestro servicio.

El impacto que ha tenido esta dicotomía en las estrategias de viabilidad de la industria televisiva, se manifiesta en la progresiva instalación del concepto de espectáculo, la oferta programática ha sido invadida por el sentido de entretención, la televisión entretiene y lo hace por la vía del espectáculo, en detrimento de sus funciones de origen que la vinculaban a la tríada: informar, educar y entretener.
Sería reducionista pretender una dislocación excluyente de los componentes informativos y educadores de la entretención y el espectáculo. Particularmente, en el campo de la educación es necesario introducir un cambio de percepción en la imagen social que se tiene de la educación, como algo aburrido, poco entretenido. Curiosamente la valoración social que tiene la educación es positiva, en cambio, la valoración social que tiene el proceso formal de la educación es negativo. En este campo, a modo de referencia, los medios de comunicación, particularmente sus franjas comerciales presentan los periodos de iniciación de clases, como un evento profundamente traumático.

Reinstalar el precepto informativo y educativo en la televisión pasa por generar una capacidad innovadora de encuentro entre los valores que logremos desencadenar en el imaginario social. Valorar el proceso formal de la educación donde ella se muestra, se deja “ver” con un fuerte componente de acto entretenido.

También y como aspecto fundamental de reinstalar lo informativo educativo el la televisión, tiene que ver con los espacios específicos que puede aportar este medio de comunicación al proceso educativo social. Su cualidad de representación mediatizada del imaginario social, y de la realidad, no puede transitar por caminos autónomos de las travesías experienciales y cotidianas del corpus social entendido este en toda su diversidad y heterogeneidad. Este espacio de encuentro tiene que disponer de posibilidades de sincronía entre los derroteros de la mediatización y las circunstancias experienciales que enfrentan y viven los que “ven” televisión.

Si nos adscribimos al concepto de:

<< El educar consiste en el especificar un espacio de interacciones en el cual el otro entra, de modo que, como resultado de vivir una cierta historia de interacciones, tenga ciertos cambios estructurales de tal manera que, al salir de ese espacio, sea distinto de como era antes de entrar en él de una manera contingente a las interacciones que tuvo en ese espacio >>

El espacio televisivo tenemos que construirlo en interacción con los educandos, vivir esa historia de interacciones no solo en la recepción activa, sino también en la creación activa y entretenida, mas allá de simulacros de medios masivos de comunicación, sino en medios, de existencia real en señales de libre recepción. Disponer de propios medios masivos de comunicación televisiva con vinculación productiva en los espacios formales de educación.

Luis Costa